A menos que se tengan amigos o familiares en la ciudad (que puedan ofrecer alojamiento por unos días), nuestra sugerencia es alquilar una habitación en piso compartido por un par de meses y, desde allí, organizar la búsqueda del piso propio.
En Barcelona alquilar una habitación de un piso a compartir es una práctica muy usual entre los menores de 35. Es también la opción preferida por la mayoría de «recién llegados», sobre todo por dos razones:
- Los pisos compartidos están ya totalmente equipados y los servicios dados de alta;
- Los requisitos para alquilar una habitación en piso compartido suelen ser nulos o mínimos (ver: Requisitos para alquilar piso). Esos requisitos son díficiles de cumplir cuando se es un «recién llegado» (por ejemplo: se suele pedir certificado de contrato de trabajo).
Los precios para alquilar (con todo incluido) una habitación individual oscilan entre los 300 y 500 euros, y entre 400 y 700 por habitación doble. Estos precios varían en función de la zona, la calidad del piso y de la habitación (espacio/luminosidad/armarios/privacidad), la cantidad de personas en el piso, y de la posibilidad de compartir (o no) el baño. A todos esos factores a tomar en cuenta hay que sumar el grado de compatibilidad con el estilo de vida de las demás personas del piso (horarios/trabajos/edades/fumador-no fumador/mascotas/niños pequeños, etc).
En los links de la sección “Vivienda” que están a la derecha hay webs sugeridas para buscar alojamiento. En ellas se pueden activar filtros (fumador/no fumador, cantidad de personas por piso, etc.) para encontrar alquileres de pisos compartidos.